
La horticultura se ha convertido en una actividad rentable y sostenible, especialmente en áreas periurbanas. La implementación de huertos verticales y sistemas hidropónicos ha permitido maximizar espacios reducidos y abastecer a mercados locales con productos frescos y de alta calidad.
Estas técnicas no solo reducen el uso de agroquímicos, sino que también fortalecen la economía de familias productoras mediante la venta directa y la participación en ferias comunitarias.